diciembre 17, 2009

Encuentro

Los suaves copos de nieve
caían sin prisa
flotando,
marcando el camino
hacia aquel espacio.

El frío no se sentía
sobre tus pies cansados.
En vuelo las almas
se buscaban,
viajando.

Encuentros no fortuitos
lejanos y cercanos,
dejan a la luna
alimentarlos con sus encantos.

El invierno te cubre,
el mismo que ya se alejó
de mi cuarto.
Te espero en la terraza,
la de los sueños atrapados.

1 comentario:

José Manuel Sirgo Gallardo dijo...

Descanzo irremediable, suspirosos momentos.
Cuna del altivo que sielncia a los muertos.
Recato intolerante que duerme en su alcoba.
Espera suave anhelada señora, que llegue el calido silencio de la aurora.

Besos.