julio 02, 2009

Corazón

Despierta a mi corazón dormido,
y enséñale a vivir contigo.

Toca mi corazón cansado,
y dale nuevas fuerzas entre tus manos.

Vuela con mi corazón anclado,
elévalo a niveles no alcanzados.

Conquista  mi corazón esquivo,
recorre con el nuevos caminos.

Enseña a mi corazón desconfiado,
a bajar barreras para no quedar atrapado.

Atesora  mi corazón aislado,
y no lo sueltes cuando esté a tu lado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada Ingrid:

Tus poemas me dejan siempre una lección acerca de una sensación personal. Esta vez, lo que he sentido, es lo que uno experimenta con un(a) buen(a) amigo(a). Esos que son del alma, y que siempre están ahí cuando uno los necesita.

En general, experimentar el cariño de otro ser humano, es una cosa indescriptible.

Te envío un gran abrazo.

A>R>S>N dijo...

n_n