Voy a respirar el momento,
sentada observando la luna,
la misma que visitamos
más allá del entendimiento.
Déjame respirar el momento.
Sentir tus manos.
Volar a través del tacto.
Jugar a que estamos viviendo.
Respirar el momento.
Segundo a segundo.
hasta que se termine el tiempo.
Respirar el momento,
percibiendo las notas de aquel piano,
que nunca oí,
pero que escuché en tus cuentos.
Respirar el momento,
porque ya no habrá otro igual.
En el próximo respiro,
nacerá uno nuevo.
2 comentarios:
Hola, Ingrid:
Leyendo, imaginé la situación. Es notable el poder de los versos, y agradezco tener posibilidad de leer los tuyos.
Mucho ánimo y buenos deseos para ti.
Un abrazo.
oye q bonito escribes,tienes una forma muy especial de expresar sentimientos, te felicito
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