No lo puedo evitar,
sumergirme,
volver a flotar.
Veo luces,
fin de año,
relativa soledad.
Enero
febrero
¿cuantos más?
Un año comienza
y los otros
quedarán.
Me hundo nuevamente
y con tus letras,
vuelvo a nadar.
Brillos despiertan,
pero las sombras
siempre estarán.
Al lobo
y la caperucita
vamos a jugar.
Una locura más.
Me río.
Lobo... ¿estás?
1 comentario:
Llegan los días, los años, los lobos con piel de cordero y caperucitas que esconden su mirada en su cesta.
Pasa todo, como trenes por una estación olvidada.
Hoy soñé con una estación olvidada, lo recordé al ver el banner.
Un abrazo.
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