Me balanceaba sobre un columpio
flotante e imaginario,
mientras observaba el río
que fluía caudaloso.
Sentía en la piel
los rayos tibios del sol,
brisas que envolvían los sentidos,
susurros que me conversaban
y agitaban mis latidos.
Deseaba detener el tiempo.
Sentir que toda la fantasía
que envuelve los momentos creados,
puede permanecer intacta y para siempre.
No quería despertar,
ansiaba seguir en aquel espacio
desafiando la realidad.
Dormida.
Se enciende la luz, se apagan los sueños.
Cierro los ojos y estoy nuevamente en ellos.
1 comentario:
Cierro los ojos y estoy nuevamente dentro...
Sensación tan familiar...
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