Permanecía inconsciente pero despierta.
Inmersa en el sueño de tus caricias alertas.
Sintiendo en el aire,
el aroma
el aroma
de aquella pasión que me inquieta.
Dibujé tu silueta con mi puerta abierta,
sin temor a que escaparas por ella.
Nos quedamos en silencio,
receptivos,
receptivos,
como a la espera;
temiendo el final,
y anhelando que este nunca apareciera.
Estas
Te veo
Te veo
Pero solo cuando nos dejamos atrapar,
olvidándonos de nosotros mismos,
y perdiéndonos en el tiempo.
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