el mismo que nos causaba miedo enfrentar.
Se elevaron en un gran vuelo las fantasías,
y nunca más bajaron para hacerse realidad.
-Los pensamientos ahora transitan,
atraídos por su propia fuerza de gravedad-
La existencia hoy es como un espejo,
del que no me puedo escapar.
Ya no estas, es todo un constante duelo,
entre estaciones que van y vienen,
en medio del frío, las flores y el mar.
Pienso continuamente,
en tus promesas inmortales;
de amarme siempre, por siempre,
y más allá del final…
Recuerdo muy bien nuestro comienzo,
así como el silencio que marcó aquel final.
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